sábado, 18 de mayo de 2013

MIRADA INTERROGADA


LA MIRADA INTERROGADA

Manuel Eduardo Andrade Palma


 

Una visión y evaluación sobre el tema cultura y la gestión administrativa del mismo, en nuestro país, siempre es y ha sido necesario, por lo que urge auscultar su rol, dinámica, estructura interna-externa y por ende, los resultados que exige la sociedad y gobierno nacional; quien en definitiva, emite los recursos para que se ejercite un armonioso desempeño del quehacer cultural, con perspectivas renovadoras que se ajusten al cambio de época. ¿Pero hacia dónde bogamos? Ya que, sin lugar a dudas, este es un contenido que arrastra anquilosadas estructuras administrativas, sin objetivos, ni consecuencias claras; con creciente burocracia y fútil liderazgo, sin trascendencia, ni evidencias; lo que torna tenso y delicado, la tratativa de este testimonio.

 

Los entes culturales a nivel nacional, como entidades que generan conocimiento y espiritualidad, se encuentran desarticuladas; se podría decir que deberían unificárselas u otras, desaparecerlas por su negligente accionar; bajo la regencia de una nueva ley que regule el accionar y objeto para el que fueron creados, esto es un imperativo para desterrar el latrocino administrativo y el colonialismo de nuestra mentalidad y memoria mediatizada.

 

El  proceso cultural ecuatoriano ha sido inmarcesible, dilatado e importante, pero siempre será poco lo realizado, para todo lo que por hacer falta. Su complejidad radica en los juegos de poder, de intereses y demandas individuales o múltiples del ente administrativo, de la sociedad y de quienes usufructúan de los mismos.

 

El reto es generar y desarrollar nuevos procesos que en la actualidad demanda el cambio de matriz productiva en pro de un alentador talento humano, de modo que no se obtengan insustanciosos oropeles liricos-fatuos, sino que su aporte sea un generador revolucionado y potencializado de nuestra mente y pensamiento cognoscitivo, por un nuevo país, con visión y misión transformadora, como si regresáramos del futuro.

 

Las preguntas fundamentales radican en: ¿Cómo vamos a efectivizar, intensificar y fomentar las políticas gubernamentales en este campo? ¿Qué mecanismos se implementaran para reutilizar e incorporar las subjetividades e investigaciones de los múltiples actores y gestores culturales? ¿De qué manera articularemos los espacios y territorios para un consciente debate y reflexión? ¿De cómo exterminamos el dadivoso paternalismo -estatal e institucional- generador de una mediática y fáctica expresión cultural?.

 

En este país multiétnico y diverso culturalmente, con una inmensa carga de pensamiento, conocimiento y mentalidad colonial, con una memoria desvirtuada y mediatizada, nos surge desde la otredad una mirada interrogadora, ¿será posible que el gobierno nacional en sus intencionalidades contemple un cambio de matriz en la mente de los ecuatorianos, educándonos con nuevos criterios cognoscitivos, desentrañándonos de nuestro anquilosamiento intelectual y convirtiéndonos con nuevas políticas en homo sapiens-sapiens, orgullos de un nuevo país?. ¡Queda en vuestras ejecutorias la respuesta, señores de la Asamblea y Gobierno Nacional!.

 

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